lunes, 10 de agosto de 2015

Bruxismo: A propósito de una gran idea

El verano es una época magnífica para leer y acabo de terminar un gran libro. Trata un tema árido a la par que interesante. "Bruxismo, teoría y práctica" cuenta con Daniel E. Paesani como editor y un gran número de autores/colaboradores para cada capítulo cuyos nombres suenan tan bien como Gunnar E. Carlsson por citar alguno que he visto en persona.

He de confesar que desde que empecé a escuchar en mis clases de la facultad hablar de bruxismo entendí que se había convertido a este ente en una especie de cajón desastre en el que todo podía ocurrir. Si nuestro paciente bruxa romperá restauraciones, prótesis, fallaran los implantes, tendrá problemas articulares, musculares y el temido Síndrome Dolor Disfunción Témporomandibular.

Basándose en estas premisas cabría esperar que sólo un pequeñísimo porcentaje de nuestra pacientela sufriera este horrible mal, pero hete aquí que es mucho más corriente y cotidiano de lo que sería deseable.

Seguí leyendo, buscando información e incluso me atreví a investigar algo mientras realizaba mi especialidad en la Universidad. De hecho, tengo creada una alerta en Pubmed que me reenvía correos prácticamente a diario, de artículos científicos en los que aparece la palabra "bruxism".

Por todo ésto, cuando encontré esta publicación no pude resistirme a comprarla para leerla ávidamente. Mas rápidamente perdí esa avidez y me adentré en una profundísima y muy bien llevada revisión de todo lo que atañe al bruxismo desde el punto de vista médico y dental.

Por enumerar tan sólo algunas de las luces que vierte sobre este tema el autor diré:

  1. No se debería hablar como tal de bruxismo sino de bruxismo de la vigilia o bruxismo del sueño, pero nunca de bruxismo diurno o nocturno, por poner un ejemplo términos incorrectos con los que nos hemos referido en la literatura a este problema.
  2. Realmente no podemos hacer un diagnóstico clínico certero basándonos en los signos de desgaste dental, y aunque un buen interrogatorio y/o cuestionario tanto al paciente como a su compañero/a nocturno/a sea lo único plausible y nos pueda colocar en la senda correcta, el diagnóstico real pasa por el uso de aparatología poco convencional en la clínica dental generalista y hace necesario el trabajo multidisciplinar con otros dentistas y especialistas médicos. Estos métodos diagnósticos han de usarse y se usan en la metodología científica y más temprano que tarde se transformarán para poder implementarse de alguna manera a la consulta habitual, hablo de medidas electromiográficas, polisomnografías, etc.
  3. El bruxismo del sueño es consecuencia y no causa en los estudios polisomnográficos. No entendemos qué desencadena una serie de acciones durante el sueño entre las que se encuentra el acto de apretar y rechinar los dientes, pero bien pudiera ser que la causa estuviera más enraizada en una cuestión de salud general que en una meramente dental.
  4. El 60% de la población adulta tiene durante el sueño lo que se denomina una Actividad Muscular Masticatoria Rítmica, si bien no se puede incluir a todos como bruxistas. Es más, se considera esta actividad motora como normal durante el sueño.
  5. El enfoque oclusal como etiológico en el bruxismo carece de sentido desde todos los puntos de vista por mucho que muchos compañeros se sigan afanando en ello.
Podría seguir, pero me conformo con haberos abierto algo los ojos y el apetito por este magnífico libro.

Para concluir diré que sueño con la edición de este libro en la que, además del repaso intenso de fisiología, prostodoncia u otras materias que se da, se incluyan nuevos hallazgos científicos sobre el origen o nuevos enfoques de tratamiento que puedan ayudar, a los pacientes que lo sufren, y a los dentistas que, como dice Paesani nos debatimos "entre la fascinación y la frustración" al tratar este tema a diario.

Un saludo cordial



No hay comentarios: