El bulo de las marcas de color en las pastas de dientes

¿Sabías qué significan REALMENTE las marcas de colores en los tubos de pasta de dientes?

¿A quién no le ha llegado alguna de estas imágenes por facebook, twitter, etc, en alguna ocasión? 

Esta publicidad viral y perjudicial, llamada por los internautas  hoax o  fake (literalmente farsa o falso) suele ir acompañada de un texto en el que indica que según el tipo de color, el contenido de la pasta de dientes será:  si es verde natural, si es azul natural y medicinal, si es rojo natural con componentes químicos y si es negro estará compuesto sólo de químicos. Si se ha picado el anzuelo, lo siguiente será levantarnos e ir hasta el cuarto de baño a descubrir el color de nuestra pasta de dientes.

Este bulo tiene doble filo. 

Por un lado es completamente falso que el color del final del tubo de la pasta de dientes indique qué contiene o de qué procedencia es el contenido. Se trata simplemente de una marca necesaria en el proceso de impresión y fabricación de envases y que son conocidas como topos, marcas de ojo, de color o guías de registro.

 Sirven para que el sensor pueda detectar cuándo debe cortar, doblar o prensar cada envase.  Los tubos de pasta de dientes se fabrican en tiras muy largas. Cada x centímetros (dependiendo del fabricante, tamaño y capacidad del tubo) se le pone la correspondiente marca que la máquina detectará para conocer el final del tubo y cortar por ahí.

El otro lado de la controversia estaría en aquello a lo que se llama natural. Si a alguien le puede parecer natural una pasta de dientes es que debería salir más a observar la naturaleza. El único método natural de cepillado que se conoce es la raíz del siwak (Salvadora Persica) que se usa en países en vías de desarrollo, es decir, entre personas que no tienen acceso a un cepillo de dientes. Por lo tanto, todo lo que se encierra dentro del tubo de dentífrico hemos de asumir que es químico e industrial, lo que no significa que sea malo sino que se ha fabricado siguiendo un proceso exhaustivo para conseguir un producto final controlado, trazable y seguro.

Desde este rincón sugeriros, como compañeros no dar publicidad a este tipo de farsas cuando os lleguen, y si tenéis tiempo, daros una vuelta por webs que se dedican a desenredar este tipo de historias y que nos han servido de guía, como “ya está el listo que todo lo sabe” del diario 20 minutos.

Un saludo cordial