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Parece lógico que si estás viendo o leyendo algo que no te gusta lo más natural es dejar de hacerlo o ponerte a otra cosa, pero internet le ha dado alas a una horda de trolls y demás torticeros para despotricar e insultar a los que modestamente invertimos parte de nuestro tiempo en intentar dar opinión y acercar la ciencia del cuidado de la boca a la gente a pie de calle.
Por tanto, y como aquí en mi blog me hallo perfectamente identificado para quien quiera echarme en cara, que al menos esta identificación sea correspondida.
Un saludo cordial
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