jueves, 2 de septiembre de 2010

La Crisis

Aprovecho este mes de por sí deprimente para los que tienen la suerte de volver al trabajo, para sacar a colación el tema de la crisis económica que a todos nos está afectando en mayor o menor medida.

No temáis pues no pienso empezar a quejarme de lo que me pasa o lo que me deja de pasar. Como siempre intento que este blog sea algo útil para quien ose leerlo y sólo quiero dar un ejemplo de lo que estoy viendo cada día en la consulta a consecuencia de la crisis.

Como hay menos dinero es lógico que queramos ahorrar, estirar el que tenemos, incluso guardar algo por si acaso, Dios no lo quiera, sucediera algo. Pero es importante saber en qué ahorrar.

Un ejemplo práctico, a modo de historia que me ha podido suceder un par o tres de cientos de veces este año:

"Un/a paciente llega a mi consulta 'muertecico/a' de dolor. Es paciente antiguo, saco su ficha y descubro que el año pasado en una revisión le dijimos que tenía una caries (o dos, o tres, etc...) y no pidió cita para arreglar esa pieza.
Curiosamente la caries ha avanzado en esa pieza donde le duele y ahora le llega al nervio, incluso puede que le haya ocasionado una infección importante a nivel bucal y/o facial con las consabidas noches en vela y visitas a urgencias (porque a las muelas les encanta doler los fines de semana cuando el dentista descansa).
Mi paciente quiere salvar su muela y entonces le digo lo que le cuesta y me pone cara de pocos amigos o directamente me recrimina que porqué no puedo arreglársela por lo que le llevaba el año pasado.
Como ya expliqué en otra entrada (http://dentistaroquetas.blogspot.com/2010/03/caries.html) una vez que la caries llega al nervio no hay otra opción: endodoncia o extracción.
Mi paciente al final se arregla la muela o se la extrae dependiendo de su situación personal y económica (ahí no me meto, ya he dicho que es una situación realmente dura para todos)."

Esta historia podría haber sido distinta. Si mi paciente se hubiera hecho aquel empaste que le recomendé el año anterior, este año no habría tenido necesidad de pagar más, pero sobre todo ni de pasar por noches en vela, ni visitas a urgencias, etc...

Seguro que muchos de los que me leéis tenéis algún tipo de seguro e incluso aunque no lo tengáis lo más seguro (perdón por la redundancia) es que vuestro/a dentista no os cobre por una simple revisión. Hacéosla. Salid de dudas y conoced el estado de vuestra boca. No por dar de comer al dentista (obviamente si necesitáis algo quién mejor que vuestro dentista) sino porque no tengáis sin saberlo algún problema latente, que aún no os ha molestado y que sea mejor solucionar ahora antes de que os moleste.

Ah! y recordad que los niños de 6 a 15 años tienen asistencia dental gratuita: no os hagáis los "dientistas" diciendo "como no tiene 'ná' pues no lo llevo." Llevadlos y quedaos tranquilos de que no tienen nada. Si seguís llevándolos cada año y al final no tienen nada ésa será la mejor de vuestras recompensas (y además aprovechad para preguntarnos todas las dudas que tengáis sobre sus dientes).

Prometo volver con algún caso interesante y con menos sermones la próxima vez.

Un saludo cordial.

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