Odontología Preventiva

Ante todo me gustaría dar las gracias a todos los padres y madres que comprenden y llevan a cabo nuestro plan de prevención tanto en la consulta como en casa. Saben que es la mejor manera de asegurar un buen futuro dental para sus hijos y sin su colaboración no habríamos logrado nada, gracias al Plan de Asistencia Dental Infantil (PADI) de la Junta de Andalucía. Pero por desgracia, hay días en los que me encuentro con una situación que os paso a relatar:

"Viene a consulta un/a niño/a y su padre/madre por primera vez para que los veamos. Acto y seguido en mi consulta se pone en marcha un plan de enseñanza en higiene dental que hemos creado y del que aquí os hemos hablado en alguna ocasión (el Juego de la Boca "Colorá") que consiste en:

1. Mientras mamá/papá esperan en la sala de espera a su hijo/a se le regala un cepillo de dientes y se le enseña a cepillarse mediante la técnica del revelador de placa que conlleva distintos pasos:
a. Se cepillan los dientes (en ocasiones los traen recién cepillados de casa)
b. Se les echa un par de gotas del colorante (revelador de placa) y se deja que los niños lo mezclen en la boca durante 30-60 segundos hasta que la boca entera esté llena de colorante (dientes, mejillas, lengua, labios...)
c. Se hace enjuagar al paciente hasta que sale todo el exceso de colorante (el agua que escupen vuelve a ser casi transparente).
d. Entonces se le muestra al paciente cómo donde no se cepilló bien quedan restos y éstos tienen color rojo. Se le enseña entonces cómo cepillarse correctamente y el/la paciente puede ver como, al final se ven todas las superficies dentales completamente limpias (sin restos de colorante).

2. Una vez terminado el cepillado se lleva al paciente al gabinete, se invita a pasar al padre/madre y el dentista realiza un exhaustivo examen para descartar/confirmar la presencia de:

• Caries
• Gingivitis
• Estado de recambio dentario
• Presencia de maloclusiones
• Etc, ...

Si fuera conveniente en esta fase se realizan radiografías periapicales de las piezas que presenten patología que lo justifique.

3. Una vez descartados males mayores (abscesos, fístulas, infecciones, etc...) se realiza una aplicación de flúor de alta concentración en cubeta durante 60 segundos. Se instruye a nuestro/a paciente para que no coma ni beba nada en la hora siguiente en aras de que el flúor le haga mejor efecto (se le explica que el flúor refuerza los dientes y detiene las lesiones de caries incipientes).

4. El paciente y su acompañante adulto pasan al despacho donde se le dan instrucciones conjuntas del uso de revelador de placa y colutorio de flúor semanal en casa. Igualmente se le pide que rellene un dietario con todo lo que coma y beba durante una semana para mostrarle qué tipo de alimentos de los que ingiere son cariogénicos y cuáles no.

Siempre les digo a mis pacientes que como les pido tanto (que se cepillen con revelador una vez a la semana, que usen el colutorio de flúor semanal, que me rellenen el dietario, que siempre que vengan traigan su cepillo de dientes, etc..) a cambio les dejo participar en el Juego de la Boca Colorá (ver entradas antiguas para más información).

Les informo de cómo se juega y se les dice que se les hará otra revisión a los tres o seis meses dependiendo del riesgo de caries que hayamos observado (obviamente si vemos que necesitan selladores, extracciones, obturaciones, etc... se les cita para dichos tratamientos).

Si habéis leído todo ésto habréis tardado un par o tres de minutos, pero realizarlo en la consulta conlleva como media unos veinticinco, con cada paciente.

Bien, pues cuando estamos terminando el papá/la mamá me dice: "Ento'ces... ¿ya está? ¿no le va a hacer na'?"

En realidad estoy haciendo mucho más de lo que pueda parecer: le he enseñado a su hijo/a la única manera fehaciente de cuidarse la boca y mantenerla sana, y me he comprometido a revisarlo más veces de lo que estipula el concierto del servicio de asistencia dental de la Junta de Andalucía.

Obviamente me aguanto las ganas de vociferar (mentalmente las ato y me las trago) y le recito esta cantinela que os he escrito para mostrarle todo el trato recibido por nuestra consulta.

Las más de las veces el padre/madre tuerce el gesto, se levanta y se va, pero hay algunos/as incrédulos/as que insisten: "ento'ces, ¿ésto pa' que sirve?" (lo dicen agitando al aire el Talón de Asistencia Dental en Anual o TADA).

Y yo, le informo no sin cierto aire de hastío en mi voz: "El talón le cubre todos los tratamientos dentales de los dientes permanentes que su hijo/a necesite salvo los tratamientos de ortodoncia"

Y añado: "Pero lo mejor que podemos conseguir para su hijo es que no necesite nada ¿lo entiende? que si está sano tal y como está "ento'ces" será capaz de mantener su boca sana ahora y cuando acabe este plan.

Ahí es cuando algunos padres me miran como si fuera un testigo de Jehová al que están deseando dar un portazo. Se levantan, y se marchan.

Todo ésto viene al caso para explicar por qué el enfoque preventivo en nuestra profesión está malpagado y peor entendido. Éso hace que muchos/as profesionales dejen este enfoque y se conviertan en "empastadores" compulsivos en pos de satisfacer una demanda mal informada.

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Quiero dedicar esta entrada a Agustín Jiménez, mi maestro de Ortodoncia en Gestoma, Sevilla: Agustín nos enseñó la motivación y el control de placa como uno de los ejes del tratamiento en Ortodoncia, y en sus charlas de ocho horas los sábados.

Un saludo cordial